sábado, 1 de marzo de 2014

10 razones por las que la teología es una ventaja competitiva en el trabajo

"Miren a los abogados o a los médicos con sus lujos, mientras que la locura ha hecho teólogos, quienes comen sus habas frías y duermen en catres llenos de piojos".


Erasmo de Rotterdam, Elogio de la locura.

El mercado laboral cada vez es más competitivo, títulos de licenciatura, incluso posgrado, ya no son suficientes para tener un buen empleo y sueldo. Esto lo sabe quien haya visto The Big Bang Theory, pues dos personas con doctorado, Sheldon y Leonard, apenas pueden pagar un departamento entre ambos, mientras que Penny, la mesera-actriz, lo puede hacer sola.

Tal parece que los empleos en 2014 tendrán menos incremento salarial en México, y en otras partes del mundo. De las diferentes profesiones ya no son abogados ni médicos, sino la  industria farmacéutica, los gerentes de ventas en corporativos en mandos medios, así como mandos directivos en publicidad, quienes gozarán de los sueldos más altos, pero ni ahí se escapan de la ralentización del incremento salarial.

Ante este escenario es importante contar con habilidades y conocimientos alternativos que te permitan sobresalir en el trabajo, a fin de ser de los pocos que logren tener empleo y buen salario. Sorprendentemente la teología puede ser una ventaja competitiva en este esfuerzo por mejorar en el trabajo, ¿cómo?

1. Diferenciador. ¿Cuándo fue la última vez que al conocer a alguien en el avión, en una comida, en una junta de trabajo, resultó que era teólogo?. Tantos presumen Diplomados de Content Management, Cursos de Estadística Digital, Cultura Organizacional, pero ¿cuántas personas con estudios en Teología conoces?.

Desde luego por sí mismo esto no garantiza una ventaja, pero te permite tener un foco de atención, y con él, demostrarle a los demás de qué estás hecho.

2. Aptitudes hermenéuticas. Trabajes en periodismo o como Ingeniero, la interpretación de la realidad y las situaciones es algo que te puede hacer sobresalir, yendo más allá de lo evidente (así como La Espada del Augurio de los Thundercats).

La teología enseña a realizar labor hermenéutica de textos sagrados, a interpretarlos más allá de su literalidad y encontrar mensajes profundos, leer entre líneas y detectar patrones de sentido. Estas habilidades trasladadas a la lectura de correos electrónicos, reportes, a las negociaciones en entornos laborales, representarían la posibilidad de entender mejor lo que está pasando, algo vital en ambientes de señales confusas como lo son las empresas.

3. Creatividad metafórica. Detectar nuevas relaciones que nadie sospecha es lo que, sin duda marca la diferencia. ¿Quién hubiera pensado que el Teniente Starbuck de la novela Moby-Dick, de Melville tendría una relación de éxito con el café?. ¿Qué tiene que ver el chocolate con galleta y las buenas calificaciones escolares?, nada hasta que Kit Kat llegó a Japón. Resulta que los nipones pronuncian el nombre de este snack como "kito katsu", que suena a algo así como "que tengas suerte". Así que es común que los estudiantes japoneses regalen barras  de Kit Kat a quien va a presentar un examen para desearle buena fortuna.

La teología es experta en crear metáforas, es decir, en detectar relaciones insospechadas. ¿Qué tiene que ver una semilla de mostaza con el Reino de los cielos?, nada hasta que Jesús lo predicó usando parte del imaginario que habían forjado los antiguos fariseos. ¿Cómo se relacionan las aves a los gemelos?, hay que preguntárselo  a los nuer del Sudán y su creencia de los gemelos como representantes de la trascendencia simbolizada en el vuelo. Conocer literatura teológica te permite encontrar relaciones donde otros solo ven cosas aisladas.

¿Has pensado si lo que ocurre en el área de diseño de tu empresa tiene que ver con el tamaño de las tazas de café?. Si te levantas frecuentemente a la cafetera y ahí te encuentras con otros compañeros con quienes platicas ideas, quizá el tamaño de esas tazas sea el adecuado, ¿has propuesto colocar una pizarra con plumones ahí, al ladito de la cafetera?. Detectar relaciones que nadie más ve te dará grandes oportunidades en tu trabajo.

4. Habilidades de oratoria y presentación. Es un hecho que uno se pone nervioso al estar frente a un auditorio, las manos comienzan a sudar, las ideas se vuelven confusas, de pronto está haciendo mucho calor, ¿no les parece?. ¡Cuántas oportunidades se pierden en el trabajo por no tener el valor de alzar la voz!, por no saber presentar ordenada y sintéticamente nuestras ideas, por no lograr conquistar al auditorio corporativo, entiéndase nuestro jefe o clientes.

Una joven que sale a evangelizarte y logra captar tu atención en la Alameda, y en tres minutos te presenta algo que llama "El Mensaje de Salvación", ¿crees que tenga problema si se encontrara con el Presidente de tu empresa en el elevador y tuviera 20 segundos para decirle por qué debe de considerarte para un aumento de sueldo?. Bueno, pues ella no lo va a hacer por ti, pero pudieras aprender a sintetizar mensajes con la teología y el arte de la predicación.

¿Crees que una persona en un púlpito que habla, no de nimiedades como el Plan Anual de la organización, o la nueva estrategia de publicidad, sino de cosas enormes como la salvación o el fin del mundo, se ponga nerviosa ante los directivos de tu área? Se llama "Homilética" a la disciplina teológica encargada de enseñar a "preparar y presentar sermones". Quizá esta nueva palabrita te pueda ayudar a destacar en el trabajo. Enamorar a tú público corporativo es imprescindible si quieres destacar laboralmente.

5. Capacidad argumentativa. Tener la razón nunca es suficiente, hay que convencer a los demás con buenos argumentos, ser contundente y eliminar la duda sobre nuestra postura. El empleado que tenga ideas consistentes y claras, sin duda tendrá ventaja sobre los demás.

Desde hace unos dos mil cuatrocientos y pico de años se discute si Dios existe, si es un ser, una persona, si ama o no a la humanidad, todo esto mediante sesudos, complejos y contundentes argumentos. Cierto que siempre vinieron refutaciones, pues la verdad total ni los teólogos la poseen (quizá ellos menos que nadie), pero para fines prácticos, el arte de la argumentación tan ampliamente desarrollado en la teología, es un gran ejercicio mental que te prepara a fin de presentar tus ideas de manera concisa, responder a las objeciones y salir victorioso sobre la oposición. Tener ideas consistentes y defendibles es clave para tener éxito en el trabajo.


6. Sentido de acción. Del dicho al hecho, del plato a la boca, en el trabajo no basta con pensar o decir, hay que moverse. Lograr implementar exitosamente una idea, conseguir cristalizar un concepto es la prueba de fuego para ver si de verdad hay aptitudes para crecer. "Tengo la teoría, pero no sé cómo aplicarla" es un coitus interruptus, es frustrar cualquier expectativa.  

Lo peor que le puede pasar a un teólogo es que lo consideren "de gabinete", que no haya tenido contacto con la práctica no solo pastoral o misionera, sino de transformación social. La teología es desafiada constantemente a "aplicar sus conocimientos". Algunos teólogos que han hecho esto son, por ejemplo, Martin Luther King o Monseñor Oscar Arnulfo Romero.  Y, como ya se ha comentado en este blog, estará por verse si el nuevo presidente de Ucrania también lo logra. La teología te orillará a ver la utilidad de las ideas, y es que lograr aplicar cosas tan abstractas como "el Padre es cosustancial al Hijo pero no se confunde con él", no es nada fácil, pero ¡hay teólogos que lo han logrado!". Con la teología podras entender que lo valioso es volver tangibles las ideas,  no dejarlas en  en el sermón o discurso.

7. Encontrar el momento. Salir demasiado pronto es casi tan malo como tardar en salir. Adelantarse al siglo puede que te convierta en héroe para el año 2345, pero si deseas este año lograr sobresalir en la empresa, es necesario identificar el momento oportuno para proponer y hacer las cosas.

La teología tiene una palabra proveniente del griego, kairós, la cual no significa otra cosa que "el momento adecuado". Se dice, por ejemplo, que Jesús se encarnó en el mundo en el kairós, justo cuando tenía que ser, no antes, no después. Miley Cyrus también ha encontrado su kairós, el momento preciso para deslindarse de Hanna Montana, reconocer ese "ahora o nunca". Tener la sensibilidad para reconocer el momento oportuno es algo en lo que la teología puede ayudarte, al mostrar innumerables ejemplos de estrategias religiosas, populares, de concilios y predicadores que supieron "leer las señales de los tiempos".

8. Madurez de pensamiento. Está bien que este mundo avance muy rápido, que algo surgido el año anterior, esté pasado de moda, pero que te digan que eres "demasiado joven" para conocer o recordar algo (de las pocas veces que la juventud no es un aliado en esta era), no aporta para el posicionamiento laboral. Si no sabes por qué tu jefe ser ríe cuando habla de Frida Khalo y Trotski, si no reconoces Las Cuatro Estaciones de Vivaldi al entrar a la oficina de un ejecutivo, seguro que no te restará puntos, pero tampoco te sumará.

De un teólogo no puede decirse que sea inculto, la teología te permite conocer historia mundial, hablar del joven Unamuno, el existencialismo, saber la importancia del Caballo este año para los negocios orientales. Tener tema de conversación, evocar figuras, eventos y anécdotas por muchos desconocidas y relevantes para un momento dado (no presumir, por presumir), puede marcar una diferencia importante en la percepción que se tenga sobre ti en el trabajo, al mostrarte como una persona con cultura (Usando la palabra "cultura" en su sentido restringido de conocimientos exquisitos, claro). Tan solo en la Biblia (versión Reina Valera 1909, la que tanto le gustaba a Monsiváis), encuentras palabras maravillosas cuyo uso apropiado te abastecerán de un lenguaje muy útil.

9. Identificar sesgos religiosos de importancia. Si tienes un cliente judío, no querrás ofrecerle bocadillos de jamón, al gerente que llegará estos días con ceniza sobre su frente no es pertinente contarle tu última broma durante la misa. Hay detalles y gestos que ejercen una gran influencia en las relaciones humanas. A nadie le gusta que se burlen de lo que cree, ¡aunque no sea intencional!

Con la teología podrás reconocer palabras, signos, símbolos, momentos de importancia para los demás (quizá los aspectos más importantes para ellos) a fin de ser cortés, empático y pasar a formar parte de círculos de confianza. Saber qué es "kosher", por qué su sígno es en realidad una letra alef, del alefato hebreo, qué significan esos colores amarillos y rojos en la pulsera de la secretaria, las empresas son espacios de alta diversidad religiosa, reconocerla te permitirá poner atención a los detalles de significado para la vida de los demás. 

10. Agilidad mental. Memorizar nombres, números de teléfono, direcciones; leer eficientemente (rápido y bien) gran cantidad de correos, reportes, contratos, y otra documentación es clave para destacar en el ambiente laboral. Una persona con buena memoria y lectura veloz es útil en cualquier lugar.

Pregúntale a un evangélico cuántos versículos de la Biblia logra recordar, quizá tu mecánico, quizá un amigo. Te sorprenderá que no solo recuerda el texto literal sino claves curiosas como Juan 3:16, Romanos 3:23; Génesis 17:1. Escucha el debate entre tu vecina y un testigo de Jehová, disfruta las argumentaciones que se van dando en un solo minuto y todos los referentes de lugares, fechas, personajes involucrados. La mnemotecnia y la lectura veloz la desarrollas cuando tienes que memorizar todos esos pasajes, cuando tienes que leer diez capítulos bíblicos con intrincada retórica y gramática, al tener frente a ti libros enormes que hay que terminar pronto.

En esta era tener la información en la mente sin necesidad de recurrir a Google es una proeza olímpica, aprovechar los segundos dedicados a leer titulares y contenidos para identificar pronto el tipo de información que viene ahí te convertirá en un empleado destacado. La agilidad mental en memorización y lectura puede ser tu principal virtud.

Cierro con un Decálogo del éxito laboral recordando que la teología puede ayudarte a cumplir cada aspecto.

I. Obtén un foco de atención. 

II. Interpreta correctamente lo que está pasando. 

III. Detecta relaciones que nadie más ve. 

IV. Enamora a tu público corporativo. 

V. Ten ideas consistentes y defendibles. 

VI. Vuelve tangibles las ideas. 

VII. Identifica el momento oportuno para hacer las cosas 

VIII. Posiciónate como una persona culta. 

IX. Pon atención a los detalles que son importantes para los demás. 

X. Desarrolla agilidad mental de memorización y lectura. 


Entonces, ¿por qué Erasmo se quejaba de de que los teólogos vivían pobremente?, digamos que nadie sabe lo que tiene hasta que otro lo aprovecha.










14 comentarios:

  1. Me pareció genial, una obra maestra de un gran hermano y no como el gran hermano de un mundo feliz...

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  2. ¡Muy buen texto, Raúl! Oye, pero el punto 1 a veces suele fastidiar cuando te encuentras con gente (en eventos sociales) que trata de entrar al diálogo de "Tú a Tú" en temas religiosos, y estando en pañales.

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  3. Como discutir recetas médicas con el doctor jeje

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  4. Un texto genial! Agradecido, te mando un abrazo. Víctor Hernández

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  5. Excelente artículo, todos deberíamos incluir la teología en nuestra formación, y si es reformada seria mejor. Bendiciones,

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    1. Sin duda, Héctor. La teología en sentido estricto era parte de la formación intelectual clásica.

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  6. Aprecio el tiempo dedicado a la lectura del texto, Jorge Ivan. Saludos

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  7. me impresionaste... Gracias por tu claridad.

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  8. Muchas gracias al blog por publicar artículos de buena calidad, la teología es muy importante para nuestra vida.

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